miércoles, 24 de septiembre de 2008

Improvisación.

Improvisación.
Improvisación, en música, el arte de expresar o crear toda o parte de una composición en el momento de la interpretación. Para improvisar con efectividad, el músico debe comprender a fondo las convenciones propias de un estilo musical dado. Estas convenciones actúan como una suerte de biblioteca mental, con secuencias efectivas de acordes, patrones rítmicos y motivos melódicos, que se combinan, varían y utilizan como punto de partida para nuevas invenciones. Estos recursos contribuyen a que la música resultante sea coherente, a la vez que permiten un espacio para la creatividad espontánea.
Algunas culturas musicales también incluyen indicaciones específicas para la improvisación. Los ragas de la música de la India y los maqams de la música islámica incluyen motivos melódicos típicos, fórmulas para los finales, y notas destacadas. El despliegue de la improvisación se basa en una secuencia especial. Con frecuencia en recitales de solistas abundan las improvisaciones instrumentales (taksim) en las suites árabes o turcas. También aparecen sus equivalentes vocales, los gazel.
El contrapunto y la armonía improvisados —cuando se añaden a las melodías de canto llano del siglo XII o a las melodías folclóricas del XX— se suman a los intervalos y formas de relación características de la melodía original. De forma similar, los percusionistas africanos se guían por un ritmo complejo y las tradiciones del conjunto, mientras que los músicos de jazz tienen como guía varias secuencias de acordes.La improvisación también ha desempañado un papel destacado en el desarrollo de la música artística de la tradición europea. Formas musicales habituales como el preludio, la variación, la fantasía y la toccata proceden de actos de improvisación. En los siglos XVII y XVIII, los músicos que interpretaban el bajo continuo al teclado improvisaban las voces de los acordes deduciéndolas de un sistema de numeración bajo las notas, conocido como bajo cifrado. En las partes musicales lentas, como los recitativos, también inventaban figuraciones melódicas y rítmicas para conservar la tensión progresiva de la música. En los siglos XVIII y XIX el concierto para solista daba a los músicos la oportunidad para improvisar en la cadenza, que era un interludio antes de la cadencia final de un movimiento, momento en el cual el solista combinaba el desarrollo de los temas con una muestra de virtuosismo. El órgano quizá ha sido el instrumento que más estrechamente ha estado asociado con la improvisación, debido a su función de relleno de los tiempos muertos de los servicios religiosos. Los organistas han improvisado sobre temas de himnos, y han variado armonías durante su acompañamien

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