jueves, 18 de septiembre de 2008

Alta edad media

LA ALTA EDAD MEDIA

Canto gregoriano El canto gregoriano prevaleció en Occidente hasta el siglo XVI. Muchas melodías religiosas gregorianas se interpretaban como canciones populares o como acompañamiento de bailes. Este fragmento es una súplica a Dios para que conceda eterno descanso a los difuntos."Le Jeu Pascal de Prague" de Gregorian Chant (Cat. # HMA 190235.37) (p) 1974, 1975, 1977, 1979, 1990 Harmonia Mundi, Ltd. Reservados todos los derechos.
Ampliar

En la edad media, los músicos profesionales, como los otros artistas, trabajaron para la Iglesia católica. Como ésta se oponía al paganismo asociado con Grecia y Roma, no se apoyó la interpretación de su música y terminó extinguiéndose.

Poco se conoce del canto sin acompañamiento que se utilizaba en la liturgia de la Iglesia cristiana primitiva. El canto cristiano recibe una importante influencia de la música de la sinagoga judía y de las canciones profanas de su tiempo. El canto melódico romano fue recopilado y se le asignó una función concreta en la liturgia durante los siglos V al VII. Este canto romano llegó a ser conocido como canto gregoriano después de que el papa Gregorio I Magno (c. 540-604), que pudo componer algunas de las melodías, consagró su uso en la Iglesia. Como este Papa y los siguientes prefirieron el canto gregoriano a otras variedades surgidas en Europa, éste prevaleció sobre el resto. El canto cristiano se ha preservado en numerosos manuscritos. Los signos musicales utilizados, llamados neumas, son las raíces más antiguas de la notación musical moderna.

A comienzos del siglo IX, muchos músicos sintieron la necesidad de componer una música más elaborada que la simple melodía sin acompañamiento. Así, añadieron otra voz para que interviniera simultáneamente en algunos fragmentos del canto. El estilo musical resultante se denominó organum. En el organum primitivo la voz añadida doblaba la melodía principal a un intervalo de cuarta o quinta ascendente. Más tarde desarrolló una contramelodía independiente. Este estilo es importante en la historia de la música porque fue el primer estadio de la evolución de la textura musical conocida como polifonía (varias voces), el rasgo más característico de la música de la cultura occidental.

A finales del siglo XII se escribían organa a tres y cuatro voces que constituían obras de gran extensión. Con ellos se llenaban de sonido los amplios espacios de las catedrales góticas. Los principales centros de desarrollo del organum estaban en Francia, en la abadía de San Marcial de Limoges y en la catedral de Notre Dame de París.

Para que los músicos pudieran leer e interpretar varias voces diferentes simultáneamente hubo de desarrollarse un sistema de notación musical de gran precisión. La altura se aclaró con el uso de cuatro, cinco o más líneas paralelas, en las que cada línea y espacio representaban una altura determinada, como en la notación actual. El perfeccionamiento de este sistema se atribuye al monje benedictino italiano Guido d’Arezzo en el siglo XI. La duración de las notas era más difícil de reflejar por escrito. La solución que se adoptó en los siglos XI y XII se basaba en varios modelos rítmicos cortos que fueron sistematizados en modos rítmicos. El mismo modelo, o modo, se repetía hasta que el compositor indicaba algún cambio mediante un signo en la notación. Para introducir variedad se asignaba un modo distinto a cada voz en la interpretación simultánea y se variaban los modos a lo largo de la obra. A finales del siglo XIII se había abandonado la notación modal y empezaba a utilizarse el sistema moderno, más flexible, con valores de las notas más largos y más cortos.

El organum se convirtió en un estilo musical muy elaborado que fue apreciado sobre todo por los clérigos instruidos de la Iglesia católica. También hubo una música profana más sencilla fuera de las iglesias. Se trata de la música monódica de los músicos itinerantes, los juglares y los trovadores de Francia y los minnesänger de Alemania. En España, una colección muy importante de melodías semejantes son las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio (siglo XIII).

Tanto la música sacra como la profana utilizaban una gran variedad de instrumentos, entre los que se incluyen algunos de cuerda, como la lira, el salterio y la fídula medieval o viella. Entre los instrumentos de teclado destaca el órgano. Para la percusión se utilizaban tambores pequeños y las campanillas.

No hay comentarios: